Nuevamente ante los clásicos. El público arremolinado alrededor de estas maravillas. El estado del tiempo no ayuda, pero que importa eso. Es la pasión la que nos lleva a mirarlos y admirarlos. En unos cuantos casos los dueños de los mismos nos cuentan como consiguieron esa joya, como la puso en marcha gracias a su trabajo artesanal y el haber estado buscando “esa pieza” que finalmente un artesano se la copió luciendo como de fabrica.
Que hará movilizar a tantos por esos fierros ? No hablar de los recuerdos que nos traen algunos modelos que los vimos en medio de la montaña luego de haberlos esperado por horas. La joya máxima sin duda es esa Ferrari 250 LM 1964, premiada como lo mejor del show, que se muestra sobre una tarima para encandilarnos con el rojo único. En todos hay una colección impresionante de Jaguar de los años 1937 a 1967. Sentir algo emocionante ante un E Type, esas líneas, ese algo que nos lleva a algo muy especial, la esperanza de una nueva edición el año próximo y las mismas emociones.
Para Semanal Clásico – Héctor Romero
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